FOBIAS
Miedos irracionales
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Las fobias se caracterizan esencialmente por un miedo
excesivo e irracional a una situación u objeto determinados. Podemos
distinguir tres categorías de fobias: la
agorafobia,
la fobia específica (simple) y la fobia social.
En cuanto a la fobia específica su característica principal
consiste en un miedo irracional e intenso a objetos o situaciones que no son
verdaderamente amenazantes. Son fobias específicas comunes la fobia
a los las alturas, las arañas, los perros, los túneles, el agua y a la
sangre entre otras muchas. A pesar de que los adultos con fobias
son plenamente conscientes de la irracionalidad de sus miedos, no pueden
evitar que el pensar o tener que enfrentarse al objeto o situación les
produzca tal temor que conlleve una ansiedad intensa e incluso un ataque de
pánico.
Es corriente no buscar tratamiento para las fobias
específicas. Generalmente los pacientes consiguen adaptar su vida a las
limitaciones que les genera la fobia, que normalmente son
escasas. Ello se debe al pensamiento de que si inician un tratamiento
pasarían mucha ansiedad durante el mismo. En contra de esta idea hoy en día
los tratamientos consiguen que la persona supere totalmente la fobia con
bajos niveles de ansiedad durante el tratamiento y en pocas sesiones.
La característica esencial de la fobia social es padecer
miedo intenso cuando el paciente se expone a situaciones sociales, como por
ejemplo ir a una fiesta, hablar en público, iniciar conversaciones con
desconocido. El fóbico social experimenta elevados niveles de ansiedad
debido al pensamiento de que está siendo evaluado y juzgado por las otras
personas. Es característico también el miedo a hacer el ridículo, por lo que
el fóbico social tiende a estar callado y quiere pasar desapercibido. Otro
rasgo característico es la ansiedad anticipatoria que consiste en una
preocupación intensa que aparece varios días o incluso semanas antes de
tener que exponerse a una situación social. Esta fobia
produce una mayor interferencia en la vida cotidiana del paciente, pudiendo
afectar a su trabajo, estudios y otros aspectos de su vida. Generalmente el
fóbico social presenta dificultad para entablar amistades nuevas y a
mantener las existentes. También aquí se reconoce la irracionalidad y
desmesura del miedo. A pesar de ello el paciente es incapaz de afrontar sus
miedos.
Incluso cuando son capaces de exponerse a una situación social se sienten
muy ansiosas durante la situación y también después de ella pudiendo estar
varias horas o días preocupadas por como les habrán evaluado las otras
personas.
La fobia social puede limitarse a una sola situación (como
comer o beber delante de otra personas, preguntar algo a la gente, o
escribir en una pizarra delante de otras personas) o puede abarcar un amplio
abanico de situaciones como en la fobia social generalizada. La
sintomatología característica de la fobia social es la
ruborización facial, temblores, sudoración intensa, dificultades para hablar
y nauseas. Cuando se dan estos síntomas en situaciones sociales el fóbico
social tiene la sensación de ser observado por todo el mundo. De esta manera
los pensamientos típicos son “no digo cosas interesantes”, “seguro que no
voy a caer bien”, “creen que soy aburrido”, “soy el único que tengo
vergüenza”, “si conocieran como me siento pensarían que soy tonto”, “todos
se están dando cuenta que estoy muy nervioso”, “todo el mundo se da cuenta
de que soy el único que no habla”, “no sé qué decir”.
Pese a resultar muy limitante en su forma más grave, este trastorno se puede
tratar con éxito. En nuestro centro contamos con
los tratamientos más eficaces para resolver esta patología.PRIMERA VISITA
En esta primera visita el psicólogo clínico efectúa la exploración de los
síntomas de la fobia. Inicio del problema, tipos de
síntomas, situaciones en las que aparece el problema, intensidad de los
síntomas y el nivel de interferencia de la fobia social en la vida
cotidiana. Del mismo modo el psicólogo le explicará los procesos que
aparecen en su organismo y en su mente al aparecer la reacción fóbica.
Asimismo le explicará tanto el porqué de la de los síntomas, como su
mantenimiento. Es fundamental saber como funcionan las fobias
para poder combatirlas.
Para finalizar la primera visita se diseña un plan de tratamiento adecuado a
cada caso.
TRATAMIENTO
El tratamiento de las fobias simples tiene un elevado
índice de éxito. De todos los pacientes que acuden a nuestras consultas por
este problema más del 98% superan totalmente el problema. El tratamiento que
aplicamos en nuestro centro es la EPR (Exposición con Prevención
de Respuesta), que ha demostrado su excelente eficacia en la gran mayoría de
las fobias. A lo largo de las sesiones del tratamiento los especialistas de
nuestro centro le guiarán a fin de que los niveles de ansiedad durante el
tratamiento bajos y totalmente soportables.
En el caso de la fobia social, combinamos en el tratamiento
las EPR con técnicas cognitivas como eje central del mismo. Con estas
técnicas se consigue superar la creencia de estar siendo observado y juzgado
por las otras personas. Cuando el paciente se siente preparado para afrontar
las situaciones sociales que le angustian, se les enseña la utilización de
las técnicas EPR para conseguir la desensibilización de las situaciones que
le angustian. El tratamiento psicofarmacológico es una alternativa
terapéutica para los casos más graves.
En la mayoría de trastornos de ansiedad la eficacia de los tratamientos es
muy elevada, especialmente en el caso de las fobias, en las
que obtenemos resultados exitosos en casi la totalidad de los casos. Si
actualmente se encuentra realizando un tratamiento de una fobia
y no está obteniendo resultados lo más probable es que el tratamiento se
haya aplicado incorrectamentamente.
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